Tengo la suerte de vivir rodeada de montañas, en un pueblo llamado Valgañón, en La Rioja de España.
He dado clases en muchos pueblos de la zona, como Hervías, Grañón, Santo Domingo de la Calzada, Santurde o Ezcaray, tanto en la silla como en la esterilla, para adultos, mayores, niños, y familias…
Mi propósito es promover el encuentro de lo espiritual con la vida, en medio de la vida, ofreciendo un Yoga vivo, sin rigideces ni dogmas, y que atiende como instructor último al Maestro que portamos en nuestro interior, y que se puede llamar de muchas formas.